
El "buche de totoaba" se vende hasta en 60 mil dólares el kg mientras que un plato de sopa alcanza los mil dólares.
Por: Agencias
La Silla Rota | México.- El narcotráfico y su nueva red de contrabando están a punto de acabar con la existencia de la vaquita marina, un cetáceo endémico que habita en el mar de California, en aguas mexicanas.
El aceleramiento de su extinción se debe a que el crimen organizado pesca, para su venta ilegal en el mercado asiático, un pez conocido como totoaba y la redes agalleras que usan -las cuales también están prohibidas- están matando a la poca población de vaquitas marinas.
Este tema, el de la extinción de las vaquitas marinas y especialmente el de la comercialización de la totoaba, tiene prendidas las alertas a los gobiernos de México y Estados Unidos.
En el caso de la totoaba, la vejiga de este pez es altamente cotizada en el mercado asiático y ahora ya cuesta más que la propia cocaína, por lo que el crimen organizado ya controla esta pesca ilegal.
La totoaba también es un pez en peligro de extinción, lo que hace que su valor cada día se encarezca más. A esta especie protegida se le conoce como âbuche de totoabaâ y puede venderse en el mercado asiático hasta en 60 mil dólares el kilogramo o el plato de sopa alcanza los mil dólares.
El âbuche de la totoabaâ se utiliza en Asia para elaborar remedios medicinales y sofisticadas artes culinarias, además de ser considerado un manjar con propiedades afrodisiacas, por lo que es un producto sumamente costoso.
https://youtu.be/vKf2ZXhmGoMEsta nueva modalidad de negocios del crimen organizado ya preocupa a las autoridades mexicanas y estadounidenses e incluso la Interpol emitió la Alerta Púrpura, a petición de la propia Procuraduría General de la República (PGR). La totoaba se pesca mayoritariamente en la desembocadura del río Colorado y atraviesa siete estados estadounidenses antes de llegar al Valle de Mexicali, en territorio nacional. Cuando es pescada, los traficantes tratan de cruzar a Estados Unidos únicamente los buches, y desechan en mar o en tierra el resto del cuerpo del pez, generando adicionalmente un serio problema de contaminación. La Totoaba macdonaldi (el nombre científico de la totoaba) es una especie endémica del norte del Golfo de California y fue una de las pesquerías más importantes de la región, además de ser de las primeras en el país en mostrar evidencias de sobreexplotación desde 1940, motivo por el cual se convirtió, mediante decreto, en una especie protegida, encontrándose en veda permanente desde 1975, además de estar considerada como especie en peligro de extinción de conformidad con la NOM-059-SEMARNAT-2010. Incluso, el presidente Enrique Peí±a Nieto puso en marcha un programa para el rescate y la conservación de la vaquita marina y de la totoaba, el cual incluye la prolongación de las vedas y apoyos económicos a los pescadores de la zona. Sin embargo, esta medida, respetada por los lugareí±os, es vulnerada por pescadores de otras regiones que, según la autoridad, son auspiciados por el crimen organizado que ha encontrado en el tráfico de la vejiga de la totoaba una nueva y muy lucrativa modalidad para sus negocios ilegales, ante la gran demanda que el producto encuentra en el mercado asiático. Vaquita en peligro Parte de la importancia de la vaquita marina radica es que emite pulsos acuáticos en una banda de frecuencia entre los 120 y 150 kHz, que les permite a expertos a establecer una metodología de muestreo acústico de esa zona marítima. Empero, este sonido es cada vez menor y de acuerdo con organizaciones de la sociedad civil, como Greenpeace en 2014 se reportaba la existencia de 97 ejemplares de esta especie, sin embargo, se presume que en este momento podrían rondar en los 60. Totoaba vs Cocaína El 1 de diciembre de 2014, la Organización Internacional de Policía Criminal Interpol emitió una Alerta Púrpura, a petición de la PGR, como una medida tendiente a combatir el ilegal tráfico de esta especie. La Alerta Púrpura es una notificación que se hace a los cuerpos de policía de los países miembros de Interpol para compartir información esencial sobre el modus operandi de criminales para llevar a cabo sus actividades ilegales. Según información de la propia PGR, un kilo de cocaína en el mercado negro cuesta aproximadamente 150 mil pesos, precio sumamente inferior al kilogramo de este pez en peligro de extinción.