
Praljak ha ingerido una sustancia desconocida cuando los jueces han confirmado de nuevo la pena.
Por: Agencias
La Haya.-Â El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha suspendido este miércoles la lectura de su última sentencia de apelación, después de que uno de los acusados, Slobodan Praljak, de 72 aí±os y exgeneral del ejército en la autoproclamada República Croata de Herzeg-Bosnia, dijera que se había tomado un veneno.
Condenado en 2013, en primera instancia, a 20 aí±os de cárcel por crímenes de guerra perpetrados contra musulmanes bosnios, Praljak ha ingerido una sustancia desconocida cuando los jueces han confirmado de nuevo la pena. Junto a él, fueron condenados hace cuatro aí±os otros cinco reos, todos políticos o militares bosniocroatas, castigados por haber formado una asociación criminal para crear una Gran Croacia practicando la limpieza étnica.
La lectura de la apelación discurría sin problemas cuando, de repente, Praljak ha gritado lo siguiente: âNo soy un criminal de guerraâ.
Después ha bebido el contenido de un vasito y su abogada ha dicho que era veneno. La sesión ha sido suspendida en medio de gran confusión.
Carmel Agius, presente de la sala, ha ordenado que se corrieran las cortinas del banquillo de los acusados y la misteriosa bebida fuera llevada al laboratorio para su análisis.
El tribunal, con sede en La Haya, ha llamado a una ambulancia.
Recuperada la calma, los jueces han mantenido a su vez la pena de 25 aí±os impuesta en 2013 al principal reo del grupo, Jadranko Prlic, ex primer ministro de la autoproclamada República de Herzeg-Bosnia (1991). Aguardan su suerte Bruno Stojic, antiguo ministro de Defensa de la misma República (20 aí±os); el exgeneral Milivoj Petkovic (20 aí±os); Valentin Coric, comandante de la policía bosniocroata (16 aí±os) y Berislav Pusic, a cargo del intercambio de prisioneros (10 aí±os).
Según la sentencia original, en los campos de internamiento para civiles musulmanes bosnios âacabaron mujeres, nií±os y ancianos sometidos a condiciones inhumanas, sin agua, comida o atención médicaâ. Dicho trato constituye un crimen de guerra que tal vez sea el más inesperado del conflicto de los Balcanes.
Los seis condenados encabezaron una campaí±a contra sus vecinos musulmanes bosnios entre 1993 y 1995, durante la guerra de Bosnia, a pesar de que bosniocroatas y musulmanes bosnios habían sido aliados. La República Croata de Herzeg-Bosnia fue proclamada en 1991, pero no logró el reconocimiento internacional. Disuelta en 1994, tras los acuerdos de paz de Dayton, firmados entre serbios, bosnios y croatas, se sumó después a la Federación de Bosnia-Herzegovina. Mientras estuvo activa, impuso lo que sus dirigentes denominaron cultura croata a base de controlar los medios de comunicación y los municipios.