Según los reportes de la policía, el menor pesaba 34 libras (15.4 kilos), peso que para un nií±o de 3 o 4 aí±os sería el ideal, pero no para Yónatan Aguilar, de 11 aí±os de edad
Por: Agencias
Los íngeles, California.- Envuelto en una cobija, de la cual salieron dos cucarachas al moverla, ahí, adentro de un clóset estaba Yónatan, pálido, acostado en posición fetal, esquelético y ya rígido.
La policía de Los íngeles encontró al pequeí±o en su casa ubicada en Echo Park. Uno de los agentes tomó al pequeí±o del brazo mientras lo jalaba y le preguntaba si estaba bien, pues no se había percatado de que el menor había fallecido.
Los uniformados informaron que el cuerpo presentaba seí±ales de maltrato y desnutrición, pero la Oficina del Forense aún no ha dado a conocer la causa de muerte debido a una retención judicial como parte de la investigación en curso.
Según los reportes de la policía, el menor pesaba 34 libras (15.4 kilos), peso que para un nií±o de 3 o 4 aí±os sería el ideal, pero no para Yónatan Aguilar, de 11 aí±os de edad. Además se explicó que ya existían antecedentes de maltratos y abuso físico por parte de su madre.
De acuerdo con el diario Los íngeles Times, los reportes habían iniciado desde el 2009 y fueron hechos ante el Departamento de Servicios Infantiles y Familiares, cuando tenía 4 aí±os de edad, un día se presentó en la escuela con rasguí±os en el rostro, y al preguntarle que le había sucedido, el nií±o respondió: "Mi mamá me los hizo".
Aunque se trataba de un caso de alto riesgo, los trabajadores sociales tomaron la decisión de no abrir un caso y dejar las cosas como estaban, argumentando que las acusaciones por maltrato físico no fueron concluyentes, resaltando que la mujer colaboraba en la escuela de sus hijos y cuando se le cuestionó ella, lo negó.
Ahora, Verónica Aguilar, de 39 aí±os de edad, se encuentra detenida y enfrenta cargos por asesinato y abuso infantil, que pese a las pruebas ella sigue declarándose no culpable, pero es que ni la cárcel podrá reparar el sufrimiento que vivió Yónatan y mucho menos regresarle la vida.