
Un equipo de emergencia hace incursiones en la âzona rojaâ del volcán Agung en Bali, rescatando animales abandonados.
Por: AgenciasÂ
Indonesia.-Â Voluntarios desafían el peligro para salvar a miles de animales abandonados dentro de la âzona rojaâ del volcán Agung en Bali, que amenaza con entrar en erupción por primera vez desde 1963 en la isla más turística de Indonesia. Más de 144 mil residentes en esta zona peligrosa en torno al monte Agung abandonaron sus hogares después de que las autoridades indonesias decretaran la alerta máxima, el 22 de septiembre, recomendando mantenerse a una distancia de al menos 9 kilómetros del cráter del volcán que ruge desde el mes de agosto. Desde entonces, las organizaciones protectoras de animales y las autoridades se apresuran para socorrer a decenas de miles de animales abandonados precipitadamente durante las operaciones de evacuación. âRescatamos, evacuamos y alimentamos animales en la zona rojaâ, explica a la AFP una representante de la Red de Ayuda a los Animales, Vio Verandhini. Junto con otra decena de organizaciones, esta oenegé de Yakarta formó un equipo de emergencia de 12 personas, que hace breves incursiones en la zona amenazada. Podrían verse afectados por una lluvia de cenizas o gases ardientes en caso de erupción repentina del Agung, alejado de los lugares más turísticos de la isla. âEstoy realmente preocupada porque nosotros, que actuamos juntos para salvar a los animales, no sabemos cuándo habrá una erupción. Hay temblores todos los días, tal vez todas las horasâ, seí±ala Vio Verandhini. Agrega que los miembros de su organización ya han evacuado a cientos de monos, cerdos, perros, gallinas y vacas, entre otros animales. Todos han sido trasladados a refugios temporales, donde se les alimenta. Los voluntarios animan a los propietarios a visitarlos para asegurarse de que reciben un buen trato. Emoción y lágrimas La cría de bovinos es una importante fuente de ingresos para las personas que viven en las laderas del monte Agung y sus inmediaciones. Hasta ahora se han evacuado de la zona unas 10 mil vacas pero quedan todavía otras 20 mil, según la agencia nacional de gestión de desastres naturales. Algunos campesinos duermen en los centros de evacuación, pero suelen volver a la granja durante el día para alimentar a su reses, según el coordinador de una agencia pública de rescate de animales que responde al nombre de Natakusuma. âDesde un punto de vista emocional, es muy duro para los agricultores separarse de sus animales, no sólo por razones económicas sino también porque se ocupan mucho de ellosâ, dice a la AFP. âPor eso algunos insisten en quedarse en su pueblo con su ganado aunque no sea seguroâ, agrega. Las autoridades tratan de convencer a los campesinos de que no regresen a la zona peligrosa, asegurándoles que sus animales estarán seguros en centros de acogida acondicionados especialmente. Varias oenegés respondieron al llamamiento lanzado en las redes sociales para abastecer a estos centros que necesitan alimentos, jaulas, depósitos de agua y otros materiales. Algunos evacuados pudieron llevar allí su ganado, como Nyoman Suwarta, quien todavía se emociona cuando cuenta que se olvidó de sus dos palomas. âCuando me evacuaron esa noche, me olvidé de llevármelas. Me entristece que no hayan comido nada en seis díasâ, dijo a la AFP después de haberlas recuperado en un centro de acogida. Otro habitante evacuado, Ketut Pageh, también está contento de haber podido salvar a sus dos gallos. âMe los llevé para que no se murieran de hambre porque no hay nadie en la casa para alimentarlosâ, cuenta este hombre de 42 aí±os, quien dijo haber vendido sus cerdos antes de irse.