Los millones de euros pesaron este miércoles en el Parque de los Príncipes
Por: Agencias
París, Francia.-Â El Paris Saint-Germain amenaza con ir en serio en la Champions League. No cualquiera golea 3-0 al Bayern Múnich.
Los millones de euros pesaron este miércoles en el Parque de los Príncipes, en un duelo que marcó la reconciliación, al menos en la cancha, entre Edinson Cavani y Neymar.
Después del ridículo en la pasada Champions ante el Barcelona, en esta ocasión las incorporaciones de Neymar y Kylian Mbappé le dieron una fisonomía de miedo a la ofensiva parisina.
Apenas al 2', Neymar hizo pedazos a la zaga del club alemán, antes de asistir a su compatriota brasileí±o Dani Alves, quien impactó con determinación el esférico para marcar el primero de la noche en París.
Tanto se habló de la discordia y la ruptura en el vestidor parisino por los egos de Neymar y Cavani, pero hoy ambos jugadores aportaron al colectivo y limaron asperezas en la cancha, más allá de que no hubo un penal para tener un termómetro preciso de la reconciliación.
Cavani ya había fallado una opción de gol, pero se desquitó pasada la media hora con un golazo, al incrustar el balón en el ángulo superior izquierdo y así culminar una jugada que él mismo comenzó en la media cancha; el asistente fue Mbappé, quizá el jugador más determinante ante los bávaros.
El Bayern tuvo algunas opciones, pero se topó con el portero Alphonse Aréola o bien con Thiago Silva, que casi de la línea de gol despejó el balón tras un remate de Javi Martínez.
El cuadro alemán mostró una versión poca veces vista, superado en todos los sectores; casi nunca le cantan los "oles", como hoy. Al 50', Neymar falló un mano a mano y Cavani llegó a consolarlo. Después, al 63', Mbappé hizo otra jugada de grande y envió un centro que interrumpió Javi, con la fortuna de que el balón le quedó a modo a Neymar, el cual firmó el tercero de la noche.
Al 77', Cavani cobró un tiro libre, luego de los fallidos intentos de Neymar, pero su disparo apenas pasó por encima del travesaí±o; el brasileí±o lo felicitó.
Y así, sin discordia de por medio, sin exhibir las diferencias entre los futbolistas, el multimillonario PSG arrancó la Champions en el Grupo B dando un golpe de autoridad ante un Bayern Múnich que acostumbra a ser el que maltrata y no el maltratado.
