La decisión de la mujer, que sólo ella sabe por qué la tomó, tuvo un trágico desenlace, la muerte de su hijo Roberto, de 6 aí±os, quien el miércoles fue recuperado del cauce.
Por Agencias
Nuevo Laredo Tamaulipas.-Â Las pocas oportunidades de trabajo en esta frontera, así como la falta de mejores condiciones de vida, obligaron a Lucero a tomar una decisión que al final resultó ser fatal para un menor: cruzar junto con sus tres hijos a Laredo, Texas, de manera ilegal por el río Bravo.
El lunes por la noche, Lucero salió de su casa llevándose a sus tres hijos: Roberto, de 6 aí±os, otro de 4 y una nií±a de 1. Ya lo tenía más que decidido.
Obtuvo ayuda para cruzar por el río Bravo a Laredo, Texas, pero como no sabía nadar, entre un grupo de personas tomaron a sus nií±os y les ayudaron a llegar al otro lado.
El grupo, de unas 14 personas, entre hombres y mujeres, pisaron terreno texano, pero fueron descubiertos por agentes de la Patrulla Fronteriza.
La capturaron a ella y al resto de sus acompaí±antes. Ella se reunió con los dos nií±os más pequeí±os, pero no con Roberto, quien desapareció y cayó al río y se ahogó.
Todo esto se desprendió de la versión que proporcionó Lucero, de 22 aí±os, quien fue liberada y regresada por las autoridades de migración americana al darse a conocer la noticia del fallecimiento de su hijo Roberto, ayer.
La joven madre de familia acudió a la las instalaciones de la Funeraria Valdez para identificar el cuerpo de su hijo, por lo que al resultar esto positivo, fue enviada a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia local para realizar los trámites correspondientes y solicitar la entrega del cuerpo para darle cristiana sepultura.
Al contactar a los familiares del pequeí±o Roberto y buscar su versión de lo sucedido para resolver diversas incógnitas de los hechos, optaron por solicitar discreción sobre el caso.
El miércoles por la tarde, elementos del cuerpo de bomberos fueron alertados que en el río Bravo flotaba el cuerpo de un nií±o, procediendo a iniciar las labores de rescate y logrando la intercepción del mismo.
Todo hace indicar que la joven mujer pidió clemencia a las autoridades norteamericanas para que la liberaran y poder iniciar la búsqueda de su pequeí±o hijo, llevándose una desagradable sorpresa ya que cuando pisó territorio mexicano, se enteró que el pequeí±o había fallecido ahogado en el Bravo.