
El empresario acusa despojo, plagio y tráfico de influencias
Por: AgenciasMonterrey.- El 8 de enero de 2016, el director del Grupo Ladrillera Mecanizada fue víctima de un secuestro que lo dejó seriamente lesionado y que, asegura, fue ordenado por su propio padre, según difundió la agencia Reforma.
El texto refiere que en dos días de cautiverio fue sometido, al menos en cuatro ocasiones, a insultos, amenazas y golpes por parte de sujetos que dijeron ser policías ministeriales y le exigían 20 millones de dólares para perdonarle la vida, según quedó asentado ante la Procuraduría de Justicia.
"Me golpearon brutalmente ese viernes", narra el empresario.
"En la tarde me dijeron que iban a regresar y que más me valía darles toda la información (sobre el dinero) al día siguiente, porque si no me iban a matar. Y ya me pusieron otros escenarios de cómo me iban a matar: aparte de descuartizarme y desaparecerme, darme un tiro en la cabeza y tirarme por cualquier lugar".
El empresario sampetrino sostiene que detrás de ese episodio están su padre, Agustín Villarreal Elizondo, y su hermano, Isaac Villarreal Budnik, con quienes protagoniza una serie de juicios y denuncias en numerosas instancias de justicia.
Como el periódico EL NORTE publicó ayer, ese conflicto inició hace 15 aí±os, tras el divorcio de sus padres y la disputa por bienes acumulados en casi 50 aí±os de sociedad conyugal por bienes mancomunados.
Villarreal Budnik logró escapar de sus plagiarios e intentó reincorporarse a sus actividades normales, pero el 19 de enero acudió a una consulta de emergencia, pues empezó a tener dificultades para hablar.
Cuando quiso escribirle al médico lo que le había pasado, descubrió que tampoco podía hacerlo.
Al día siguiente ingresó al quirófano y le practicaron una craniectomía frontoparietal izquierda, lo que implicó que le abrieran el cráneo para drenar un hematoma subdural provocado por los golpes.
Y aunque físicamente logró recuperarse, la tranquilidad no regresó del todo, ni la libertad de circular en su automóvil sin chofer ni escoltas.
Incluso los primeros días tras su liberación no quiso regresar a su casa.
"Nos fuimos a un hotel", seí±ala, "estuvimos durmiendo en el hotel lunes, martes y miércoles, de ahí venía a trabajar".
Lo que espera ahora es que la Procuraduría tenga voluntad para investigar a su padre y su hermano por el secuestro.
La familia Villarreal es ampliamente conocida en el norte de México y en Piedras Negras por su manejo en Labasa.
Laminados de Barro fue fundada por don Adolfo Romo, inversionista de Múzquiz, Coahuila, quien aí±os después la vendió a Agustín Villarreal.
Hoy existe la versión de que la familia Villarreal vendió Labasa a un grupo empresarial de Hermosillo, Sonora, pero no pudo ser confirmada.
Gran parte de la producción era destinada a exportación a Estados Unidos, Europa y otros países.
En el pasado fue un importante generador de empleo en sus instalaciones frente al Hospital de Zona del Seguro Social en Piedras Negras, Coahuila.