
Hoy se cumplieron siete aí±os del accidente aéreo que les quitó la vida a conocidos funcionarios coahuilenses. Supervisaban el nivel de la presa La Fragua.
Por: José Luis Medrano
Piedras Negras.-Â Hoy, hace exactamente siete aí±os, Coahuila sufrió uno de sus más sentidas tragedias, el avionazo que le costó la vida a ocho personas, entre ellas el secretario de Obras Públicas del Estado, el ramosarizpense Horacio del Bosque, y al alcalde de Piedras Negras, José Manuel Maldonado Maldonado, quienes realizaban una gira de supervisión ante la amenaza de la crecida del río Escondido y el riesgo de desbordamiento del río Bravo.
La maí±ana del 7 de julio del 2010 los funcionarios abordaron la avioneta Cheyenne 2 matrícula XDM-TV. El despegue, afirman testigos, fue normal.
Recuerdan a funcionarios a 7 aí±os de la tragedia
La maí±ana del 7 de julio de 2010, la vida de ocho personas culminó de manera trágica en la presa La Fragua. La avioneta en que viajaban se desplomó. Abordo se encontraban el secretario de Obras Públicas del Estado, Horacio del Bosque Dávila, así como el alcalde de Piedras Negras, José Manuel Maldonado Maldonado.
Fuertes lluvias habían encendido las alarmas para la comunidad de Villa de Fuente y colonias aledaí±as, 24 horas antes. Los ríos Escondido y Bravo aumentaron de manera riesgosa su cauce.
El Edil nigropetense había determinado la evacuación de quienes residían en las márgenes del río Escondido.
Pero aquella maí±ana del 7 de julio, junto a funcionarios de los gobiernos municipal y estatal informó del fin de la contingencia, primera y última que enfrentaría en su Administración.
Allí se encontraban Del Bosque Dávila y el director de Protección Civil, Ricardo Garza Bermea.
Después de la reunión con los medios, se dirigieron al Palacio Municipal, sólo para esperar la hora de tomar una avioneta y sobrevolar zonas de la presa La Fragua, cuyo nivel era amenazante.
En el sitio se les unió el fotógrafo del Ayuntamiento, David Chavira. Entonces emprendieron el viaje hacia el aeropuerto nigropetense. Una avioneta de la empresa Rajet se alistaba para el vuelo.
Eran poco antes de las 10:00 horas cuando hicieron su arribo. Los esperaban los hermanos Alfonso y Guillermo Ainslie, así como Willy, hijo de este último.
En la Cheyenne 2 matrícula XDM-TV, pilotada por Juan Roberto Rendón, emprendieron la corta travesía hacia la presa.
El despegue, afirman testigos, fue normal y apenas dejó la pista la avioneta tomó como ruta el río Escondido que, aún embravecido, ya no parecía significar ningún riesgo.
Pierde altura
Sin tener a alguien en tierra, el sonido del agua de La Fragua era el único testigo. Se estima que durante el primer sobrevuelo sobre el vaso de la presa, algo sucedió de tal forma que la nave perdió altura y se estrelló a unos 2 kilómetros de distancia.
Al caer la avioneta explotó y todos sus ocupantes murieron. Presumiblemente, aparte de que pudo llevar sobrepeso, el piloto habría inclinado demasiado a uno de sus costados la nave para que sus ocupantes pudieran apreciar con mayor facilidad el nivel de la presa.
Aparentemente lo hizo a una baja altura no recomendable en la navegación aérea, y ya no pudo retomar altura.
Jamás se tuvo precisión sobre las causas del accidente, el segundo con más víctimas en Coahuila, después del accidente de Tacsa cerca del aeropuerto de Piedras Negras, donde murieron nueve personas.