
Es una iniciativa ilegal pero tolerada, como otras tantas en la isla socialista.
Por: Agencias
Gaspar, Cuba.- En el corazón de una provincia agrícola del este de Cuba, un grupo de jóvenes creó su propia versión de Facebook con una conexión pirata. Una revolución tolerada en uno de los países menos conectados del mundo.
Con 7 mil 500 habitantes, Gaspar es un poblado de tierras fértiles azotadas por la sequía. Los adolescentes llenan Paseo, una avenida central rodeada de casas modestas y deteriorados edificios de tres plantas.
Sentados en bancos de cemento, teclean sin parar en sus móviles. A diferencia de otras partes de Cuba, no se conectan al wifi pagado que provee la estatal Etecsa, sino a Gaspar Social.
El internet en Cuba es costoso y está bajo estricto control del Estado. Pero los jóvenes se las han arreglado para instalar una treintena de redes barriales de intranet en varias ciudades.
Una de ellas está en Gaspar, en la provincia de Ciego de ívila, a 460 km de La Habana.
Sin un permiso oficial del Ministerio de Comunicaciones, estas redes son permitidas por las autoridades siempre que sean de bajo perfil y no divulguen contenidos contrarrevolucionarios o pornográficos.
En su mayoría, permiten chatear, jugar en línea e intercambiar archivos. Pero en Gaspar, Osmany, Yoandi, Jorge Luis y Sergio se atrevieron a llevar la experiencia más lejos.
âCambio saludableâ
âEn un principio era una red para jugarâ, hasta que âun amigo me dio la ideaâ de insertar la red social que había creado para las escuelas, cuenta Osmani Montero, un informático de 23 aí±os que trabaja en la Dirección Municipal de Educación.
Gaspar Social, similar a Facebook, abrió al público en octubre, dos meses antes de que Etecsa habilitara una zona wifi en el pueblo. Pese al bajo rango de su seí±al, tuvo éxito entre la juventud rural.
En menos de un mes, llegó a 500 usuarios ávidos de intercambiar textos, fotos y videos, sin tener que pagar el dólar y medio por hora que cobra Etecsa. Tal popularidad no tardó en saturar el servidor.
âUna de las antenas principales estaba cerca de mi casa. Los usuarios se quedaban frente a mi portal hasta las dos, tres de la maí±ana, cobijados con sábanas, con colchasâ, bromea Yoandi ílvarez, estudiante de medicina de 30 aí±os.
Yoandi compró en el extranjero un servidor y una antena. Después, los usuarios enriquecieron la red con otras cuatro repetidoras.
Ahora, Gaspar Social se satura menos, los creadores incluyeron un portal de información y evalúan nuevas aplicaciones, como pequeí±os anuncios, información local y consultas médicas a distancia.
âMe parece perfecto, magnífico lo que hicieron estos muchachos aquíâ, asegura Arletty Guerra, funcionaria de 22 aí±os que frecuenta Paseo.
Mientras observa los camiones de pasajeros, Guerra cree que la iniciativa es un âcambio saludable en un pueblo un poco apagadoâ.
Sometidos al embargo estadounidense que impide el libre acceso a internet, los cubanos han creado su propia versión de Wikipedia, llamada Ecured, y compran y venden a través de Revolico.
Reglas claras
âMás del 90 por ciento de los estudiantesâ del último aí±o de bachillerato acceden a Gaspar Social, según Reinaldo Meneses.
Este profesor de historia del preuniversitario se comunica con alumnos y padres a través de la misma herramienta. Es una ventana âal futuroâ, sostiene.
Los expertos ven con buenos ojos estas redes de barrio, que podrían ayudar al gobierno a cumplir la meta de proveer internet a toda la isla hasta 2020.
âEsa sería para mí la alternativa a los problemas de infraestructuraâ que impiden llevar internet a cada casa, considera Yudivian Almeida, del departamento de inteligencia artificial y sistemas informáticos de la Universidad de La Habana.
Internet podría llegar por âcable a un determinado hogar y a partir de ahí se pudiera generar toda una red de accesoâ para la gente del lugar y sin conexión digital (ADSL), apunta.
Lanzado en julio de 2015, el wifi público cuenta hoy con 317 puntos de conexión. El servicio en los hogares está reservado a científicos, médicos y periodistas.
Hace poco concluyó un plan piloto para internet domiciliario, y próximamente debe abrirse el mercado de las conexiones 3G.
El vertiginoso éxito de Gaspar Social no escapó a las autoridades ni a los responsables del Partido Comunista, que convocaron a los cuatro jóvenes a mediados de abril. Inicialmente, estos temieron por el futuro de la red, pero solo recibieron una advertencia.
âPor supuesto, nos dejaron claro que la red actual es ilegalâ, pero que no retirarán âninguna de las antenasâ, explica Yoandi.
Eso sí, los usuarios deberán cumplir las reglas, su pena de expulsión: nada de política ni obscenidades, y las noticias deberán ser únicamente las de los medios del Estado.
Con información de AFP